¿Qué es una tendinopatía?
Se trata de un cuadro clínico caracterizado por dolor (al estiramiento, movilización y palpación) acompañado de impotencia funcional asociado a daños en un tendón. Si hay degeneración en el tendón deberíamos hablar de tendinosis
Como decía, es una patología muy frecuente. Según los datos, las lesiones tendinosas suponen el 30% de las consultas por dolor musculoesquelético y pueden llegan al 50% en las consultas por lesiones deportivas.
Las más frecuentes son las que afectan a: manguito rotador, Aquiles, tibial posterior, rotuliano, epicondíleos (el famoso codo de tenista), trocantéreos, tibial posterior...
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la tendinopatía (mal llamada en ocasiones tendinitis) normalmente se hace a través del cuadro clínico, es decir, dolor y perdida de capacidad funcional en el tendón.
Si exploramos al paciente, veremos dolor a la palpación en el tendón y dolor a la contracción y el estiramiento. A veces, se pueden ver inflamación, enrojecimiento o aumento de grosor del tendón a simple vista.
Para poder establecer si hay cambios en la estructura del tendón (tendinosis) es necesario realizar pruebas complementarias como ecografía musculoesquelética o resonancia nuclear magnética.
Cuando realizamos una ecografía a un paciente se pueden observar:
–Engrosamiento local o difuso (puede incluir calcificación)
–Incremento de diámetro, espesor y volumen del tendón comparado con uno sano (ECM, hipercelularidad)
–Hipertrofia e irregularidad de las fibras tendinosas
–Aumento de flujo sanguíneo local (neovascularización)
¿Cuáles son las causas por las que alguien desarrollará una tendinopatía?
Las principales causas de la que se habla son: la sobrecarga mecánica, el stress crónico, factores metabólicos, falta de sueño...
La sobrecarga mecánica es el factor causal más estudiado, y se distinguen dos tipos de cargas capaces de lesionar un tendón:
- Cargas muy intensas: un esfuerzo para el que no está preparado y por tanto le genera un daño. Así surgen un gran número de lesiones porque cuando hablamos de pacientes sedentarios, con un nivel físico bajo o con una masa muscular inadecuada (así encontramos a mucha población actual), cualquier tarea puede ser un esfuerzo excesivo para el cual el tendón no está preparado.
Estos pacientes son los habituales que consultan tras haber realizado alguna actividad no habitual: caminar algo más de lo acostumbrado, montar un mueble, levantar un peso...
- Cargas repetidas: un esfuerzo para el que si estamos preparados pero que se realiza demasiadas veces. El mayor problema de estas cargas es que normalmente no se asocian a unos hábitos correctos de prevención.
Las cargas repetidas suelen acabar dañando el tendón por hipoxia (falta de riego adecuado del tendón), estrés oxidativo y perdida de capacidad de reparación.
La mejor forma de minimizar estos daños sería realizar ejercicio adecuadamente (se deben seguir pautas marcadas por un profesional sanitario) para permitir al tendón recuperarse de esa carga repetitiva (cuidado con los estiramientos).
El estrés crónico se refiere no solo al estrés mental que va ha producir cambios hormonales y metabólicos que afectan negativamente al tendón (al igual que a otros muchos niveles en el organismo). Sino que también incluye una mala planificación de entrenamientos o de los objetivos en caso de deportistas, que va a provocar del mismo modo alteraciones hormonales y metabólicas a nivel de tendón y músculo y que acabaran aumentando las posibilidades de lesionarse.
La inflamación de bajo grado (LGI en inglés), de factores metábolicos (hiperglucemia-diabetes tipo II, obesidad, dislipemia, hipertensión) y la falta de sueño son todos factores clave (probablemente los más importantes) que van a determinar la posibilidad de lesionarse y sobretodo la capacidad de resolución de la tendinopatía, una correcta regeneración de los tejidos y una recuperación lo más rápida posible.
Este tema es un asunto complejo que nos gustaría tocar más a fondo en otro post, aunque podríamos explicar de manera breve que todos estos factores, que como veréis están muy relacionados entre sí, generan un entorno hormonal, citiquínico (las citoquinas son señales químicas que utiliza el organismo para comunicarse entre los distintos téjidos), inflamatorio (citoquinas proinflamatorias, prostaglandinas leucotrienos...) que impide la correcta respuesta del organismo ante una agresión (lesión, infección, herida...). Por lo tanto en una situación de partida en la que nuestro organismo parte de unas condiciones inadecuadas, la recuperación y resolución de una lesión tendinosa será muy difícil (lo más probable es que se cronifique o se lesione una y otra vez).
¿Cómo se debe reparar por si mismo un tendón?
Tras una lesión de un tendón, se producen tres fases que deben llevar a la recuperación del mismo: inflamación (3-7 días), proliferación (alrededor de 3 meses) y remodelación (hasta un año).
Estos tres procesos tienen un orden, un entorno químico y hormonal concreto y una función. Lo más importante que debemos tener en cuenta es que los tres son fundamentales para poder reparar el tejido, y si alguno de estos procesos no se puede realizar correctamente aparecerán problemas y no se solventará la lesión.
Como vimos en el apartado anterior es muy importante la gestión de la carga, los hábitos de vida, el estado de salud prevía… Pero una vez que nos hemos lesionado ¿qué debemos hacer?
Pues lo primero que voy a decir tal vez sea chocante, los primeros días: NADA. Como estamos viendo la primera fase de recuperación es inflamatoria, y siempre y cuando esa inflamación sea la adecuada (en ocasiones puede ser excesiva, afectar a otros tejidos), es necesaria y debemos permitir que esos primeros días el tejido pueda responder. Por lo tanto los primeros días mejor no hielo, no antiinflamatorios, no compresión. Cuando pasen esos primeros días se reevaluará y se tomaran decisiones.
Con el correcto asesoramiento si que se pueden tomar algunos suplementos con sustancias que vayan a ayudar en las siguientes fases.
Después de la fase inflamatoria llegarán las otras dos fases. En ellas, el profesional que está tratando al paciente, debe encargarse de un correcto asesoramiento para indicar que ejercicios y con que nivel de carga debe hacer en cada momento, que factores se deben cuidar y como volver progresivamente a la actividad.
La remodelación completa de un tendón que se ha dañado de manera importante se termina entorno a los 11 meses, pero esto no quiere decir que no se pueda realizar actividad normal en ese periodo de tiempo. Dependiendo del estado previo del paciente, de la lesión y de la evolución, se podría volver a la actividad en un mes aproximadamente.
¿Qué tratamiento podemos hacer desde la fisioterapia, osteopatía y PNIc?
Las opciones terapéuticas que podemos manejar para el tratamiento de las lesiones tendinosas es muy amplio. La clave de un buen tratamiento va a estar en:
- La elección de unas u otras técnicas en función del tipo de lesión y de la fase en la que nos encontremos. Será por tanto imprescible un conocimiento profundo de la fisiología tendinosa y de sus procesos de reparación.
- El correcto asesoramiento de que ejercicios deben hacerse y en que momento comenzar a hacerlos.
- El seguimiento en la reincorporación a la actividad para evitar recaídas.
Nuestra propuesta es: además del uso de técnicas propias de la terapia manual, la osteopatía y la electroterapia, que muestran resultados muy buenos, añadir un buen asesoramiento de estilos de vida, ejercicio físico terapéutico y suplementación que ha demostrado evidencia ciéntifica de ayudar en la recuperación de las tendinopatías.
- Técnicas de terapia manual y osteopatía: Las utilizaremos para relajar el tejido, tanto tendinoso como muscular adyacente, mejorar el trofismo de la zona (como se nutre, se oxigena y se reestructura), mejorar el reparto de cargas en el tendón.
- Técnicas instrumentales y/o invasivas: fibrolisis (más conocida como ganchos), punción seca y EPTE (electrolisis percutánea terapéutica).
"La EPTE, es una técnica invasiva que se ha desarrollado especificamente para el tratamiento de lesiones tendinosas que están cronificadas. En nuestro centro la realizamos guiada por ecografía para asegurarnos de que se aplica en la zona del tendón más afectaday optimizar así los resultados terapéuticos."
- Ejercicio terapéutico
- Mejorar el estilo de vida